Descripción
Clarete "Ojo de Gallo" Barrica 2017 variedades autóctonas blancas y tintas; tempranillo, viura, albillo, garnacha, bobal…
De viñedos en parcelas situadas en distintos lugares del
municipio de Fuentenebro, con edades de viñedo comprendidas entre los 80 y 180
años. Vino procedente de 1 solo momento de la vendimia 2019. Maceración de 5
días. Levaduras indígenas. Inicio de la fermentación en hormigón, fase
tumultuosa realizada en barricas de 225 litros, donde permaneció hasta el
momento antes del embotellado, sucediendo ahí también la fermentación
maloláctica.
Un rosado elaborado a la manera tradicional y además ecológico y biodinámico.
Torremilanos Ojo Gallo luce un bello e intenso color, cuyo brillo invita a beber. Color que tradicionalmente se denominaba “Ojo Gallo” y que en otras partes de Europa se llamaba “Ojo de Perdiz”. Intenso abanico de aromas con uva madura y frutas rojas junto con ligeros toques especiados y matices de monte bajo, tomillo y espliego. Su paso en boca es untuoso y muy mineral con intensos recuerdos de guinda. Tradicionalmente se diría que “este vino está como una guinda”.
De viñedos en parcelas situadas en distintos lugares del municipio de Fuentenebro, con edades de viñedo comprendidas entre los 80 y 180 años. Vino procedente de 1 solo momento de la vendimia 2019. Maceración de 5 días. Levaduras indígenas. Inicio de la fermentación en hormigón, fase tumultuosa realizada en barricas de 225 litros, donde permaneció hasta el momento antes del embotellado, sucediendo ahí también la fermentación maloláctica.
Un rosado elaborado a la manera tradicional y además ecológico y biodinámico.
Torremilanos Ojo Gallo luce un bello e intenso color, cuyo brillo invita a beber. Color que tradicionalmente se denominaba “Ojo Gallo” y que en otras partes de Europa se llamaba “Ojo de Perdiz”. Intenso abanico de aromas con uva madura y frutas rojas junto con ligeros toques especiados y matices de monte bajo, tomillo y espliego. Su paso en boca es untuoso y muy mineral con intensos recuerdos de guinda. Tradicionalmente se diría que “este vino está como una guinda”.
El vino perfecto para maridar asados, carnes a la brasa, guisos así como cualquier plato con sabores intensos, pero ante todo buena compañia.